Apliqué muchas soluciones, desde meter las plantas en casa cuando hacía mucho viento o bien un calor extremo (terral) hasta bajar el toldo y empapar el suelo, literalmente, de agua fría con una fregona cada poco tiempo.
La técnica del toldo me sirvió para darme cuenta de cómo mis plantas, sobre todo las droseras, cambiaron a mejor en apariencia. Brotaban muchas de ellas, antes en estado minúsculo, las bocas de la dionaea eran más aparentes y carnosas, fuertes y verde intenso.
Pensando pues, cambié la idea de meter plantas o bajar el toldo, necesitaba algo que no fuese tan trabajoso, que fuese mas práctico y sencillo. Fue entonces cuando pensé en una malla de sombreo.
No pensé que fuese a necesitarla, pero la experiencia, por el momento, me ha enseñado que mejor prevenir que curar, y que mejor con una intensidad de sol media y no tan alta, o estar atento para levantar el toldo para que les de sol a última hora de la tarde (un sol menos nocivo), pues donde vivo, el sol de mañana no da, que es el mejor.
Al principio utilicé una malla de sombreo verde oscuro, con buenos resultados, pero aún me sentía poco satisfecho, por eso ideé lo que en el vídeo os muestro.
Con pocos materiales fáciles de conseguir (Verdecora o Amazon, no más) se pueden conseguir resultados muy buenos, aun no puedo hablar en voz alta, pero espero y creo que va a ir bien ahora que entra más claridad y quita algo de calor en momentos de intensidad, sobre todo en verano. Ya os contaré. Espero que os guste el vídeo. Un saludo.
En el canal de YouTube Carnivorae Herba podréis encontrar más vídeos sobre mis cuidados y curiosidades de principiante.
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